Reflexiones al costado de la grieta II

Jean-Michel Jarre - Souvenir de Chine

En el post anterior hablé de mis reflexiones acerca de los infortunios en tierra argenta y que para mí todo esto tiene causales exógenos a saber: El apogeo del eurocentrismo del siglo XIX en el que nuestro país se inscribió como un país periférico satélite a una potencia imperialista.

Aunque en un principio no nos fue tan mal: la sociedad con el Imperio Británico nos trajo capitales inversiones y desarrollo. Eso luego se truncó. Y acá siento que ya me quedo sin aire teórico. Aunque nuestro modelo económico entró en crisis por la implosión del Imperio Británico, nuestras elites no abandonaron nunca esa configuración económica.
Seamos honestos. La hegemonía eurocentrista aunque debilitada no se perdió. Pudo seguir viviendo con el enroque de un nuevo actor que es EEUU. que sostiene  muchos de los prejuicios nacidos con el imperialismo: el supremacismo, el racismo, la conquista de territorios para lograr el crecimiento económico.
Volvamos a la crisis del modelo económico en medio de la primera guerra mundial, con Yrigoyen. Al finalizar las dos guerras. Las potencias vencedoras se quedan con todo el mercado industrial y ya no aceptan nuestros productos. Y allí está como ejemplo el vergonzoso ejemplo del pacto Roca Runciman. Cuando nuestro país buscó cualquier manera de venderle al viejo imperio que ya no nos quería comprar.
Ahora, intentando precisar mi pregunta: Sí queríamos salir de un modelo que ya no funcionaba, pero salir ¿Hacia dónde? 
Aquí ya en este punto es donde me perdí por completo. Pero ojo. Eso no quiere decir que voy a comprar cualquiera de las historias que se venden por los medios. Es este el momento más complejo para salir del modelo ahora llamado «extractivista» es decir, sacar soja o minerales crudos para ponerlos en el mundo desarrollado que en cualquier momento también nos deja de comprar eso. 
Sea cual sea el camino que tengamos que transitar creo que está claro que no podemos modelar a nación a imagen y semejanza de nuestra agro elite que puede sostener solo a unos pocos millones de personas. Y que seamos honestos, esas personas no somos nosotros. Más bien son aquellos que puedan pagar por nuestros campos nuestras tierras o paisajes. Ya tenemos algunas avanzadillas en ese sentido.
Ya una vez esta nación extermino a los habitantes originarios de sus tierras para traer población importada en su mayoría.  Sé que es excesivo lo que escribo pero lo hago sin emoción, lo contemplo simplemente como un patrón de comportamiento que se podría repetir, perfectamente.

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